Me limité a mirarla durante unos segundos con el corazón en la mano. Ella parecía no haberse dado cuenta de mi presencia en la habitación. Tragué saliva repetidas veces, intentando, en alguna de esas ocasiones, encontrar las palabras adecuadas que rompieran el silencio que inundaba la estancia.
Quise acercarme a ella, aunque algo dentro de mi no me dejaba, estaba helada, estática, observándola a unos pocos metros de mí con la cabeza entre sus manos. Oírla sollozar, os puedo asegurar que rompía el alma hasta el más fuerte. Su risa, te transporta a un mundo de felicidad pura, ella posee esa magia. Pero su llanto, se clava en el alma como agujas, dejando un gran dolor dentro de ti.
Historia de un encuentro de Malú con una enfermera de 27 años, que hará que la vida de la artista, cambie radicalmente.
domingo, 21 de diciembre de 2014
viernes, 5 de diciembre de 2014
Capítulo 18. Libérame.
Recorrí el pasillo que separaba el escenario de los camerinos. Me paré frente a su puerta, y leí mil y una veces su nombre M A L Ú, letras en negro sobre un fondo plata. Cada vez que lo leía me inundaba algún sentimiento extraño que hacía que me abordaran unas ganas inmensas de llorar. Contuve el aliento. Levanté mi mano, y mientras la dirigía a la puerta, cerré mi puño con la intención de golpear la puerta repetidas veces, para pedir permiso para entrar al interior de la estancia, pero justo cuando mis nudillos iban a contactar con la fría superficie de madera, observé que la puerta no estaba totalmente cerrada. Me acerqué en silencio al pequeño hueco que existía entre el marco y la puerta, desde donde podía divisar su interior. Y allí estaba, el camerino que la cantante había decorado a su gusto apenas horas antes.
sábado, 8 de noviembre de 2014
Capítulo 17. Llanto lloro.
La cena terminó con unos tapones de tequila de más para celebrar la confesión de Malú. José cogió la guitarra que guardaba en la casa de su hermana, supongo que para las comidas familiares que se hicieran en la casa de la cantante. Es lo que tiene pertenecer a una familia de artistas... Que todas las comidas o cenas, acaban arrancándose por bulerías.
sábado, 1 de noviembre de 2014
Capítulo 16. Contigo aprendí.
El silencio se apoderó de nosotras por un segundo. Incluso creo que llegó a detenerse el tiempo, haciéndose latente entre ella y yo un miedo extraño. No abrí la boca, no se describir como me sentía en ese momento. Volvió a girarse en busca de mis ojos, desviando su mirada por un instante a mis labios. Sonreí. Ella, de inmediato, me contestó, dibujando en sus labios una sonrisa que no dejaba ver en ellos un solo ápice de miedo, de inseguridad. Me había entendido a la perfección, sin necesidad de decir ni una sola palabra. Me abalancé sobre ella, recorriendo todo su perfecto cuerpo con la yema de mis dedos hasta llegar a la altura del cuello, para atacar con mis dientes su perfecta clavícula, haciéndola estallar en carcajadas y suplicas de que parase. Y no debía saber muy bien lo que hacía, o tal vez sí y por eso lo repetía continuamente, pero a cada petición, volvía a la carga una y otra vez, siempre con más intensidad que la vez anterior.
miércoles, 22 de octubre de 2014
Capítulo 15. Esta vez.
Me desperté cuando la luz inundaba gran parte de la habitación. No sabía cuanto tiempo había dormido, y la verdad que tampoco necesitaba saberlo. Busqué a Malú por la cama con los ojos cerrados, pero ante su ausencia me giré. Solo quedaban sábanas arrugadas, y la puerta entreabierta. Me levanté del lecho que hace unas pocas horas habíamos compartido las dos con muchas ganas, demasiadas.
domingo, 5 de octubre de 2014
Capítulo 14. Enamorame la vida.
Llegué a casa desesperada. No sabía que hacer. Solo quería desaparecer. Notaba como mi corazón intentaba salir de mi pecho, desesperado. No quería compartir conmigo más tiempo. Se había cansado de latir por mi. Recuerdo que lloré, lloré como nunca antes lo había hecho. Lloraba desconsolada, pensando que nada ni nadie podría conseguir que volviera a coger las ganas que a penas una hora antes había perdido.
martes, 30 de septiembre de 2014
Capítulo 13. El apagón.
Se quedó mirando hacia el sofá con los ojos clavados en el rostro de Malú. La cara desencajada de Pablo era difícil de descifrar. Terminé de bajar mi camiseta, que a penas hacía unos segundos había sido retirada por sus suaves dedos de mi piel, y peiné su sedoso pelo con mis dedos, previamente despeinado por los mismos mientras nos besábamos
sábado, 27 de septiembre de 2014
Capítulo 12. Desaparecer.
Salí del hospital a las tres y media. Cuando atravesé la puerta y puse un pie en el asfalto, sentí una gran liberación, aunque también una gran nostalgia, no volvería (si todo iba bien) en un año, y en caso de tener que volver, no sería por trabajo.
Llegué al final de la cuesta que llevaba hasta la puerta del que había sido como mi hogar cuando había estado mal muchas veces; pues hay a quien le gusta refugiarse en el juego o en la bebida, a mí, sin embargo, me gusta refugiarme en el trabajo. Porque lo bueno que tiene trabajar con gente es que siempre, antes o después, al cabo del día te llevas alegrías. La inocencia de los niños al visitar a sus familiares, la alegría de las personas al ser dadas de alta...
martes, 23 de septiembre de 2014
Capítulo 11. Blanco y negro.
- ¿Cómo has venido hasta aquí? Que tú mañana madrugas para ir a la discográfica. - dije sentándome en uno de los mullidos sillones e invitándola a que se sentara justo en el que había enfrente de mi.
- Bueno, lo mismo es que es lo mismo. En vez de levantarme a las siete, me levanto a las seis, total, como tu compañera no me puede ver, me voy con tiempo y paso por casa. - sonrió mientras estiraba su mano para acariciarme con la punta de sus dedos mi brazo.
- Bueno, lo mismo es que es lo mismo. En vez de levantarme a las siete, me levanto a las seis, total, como tu compañera no me puede ver, me voy con tiempo y paso por casa. - sonrió mientras estiraba su mano para acariciarme con la punta de sus dedos mi brazo.
sábado, 20 de septiembre de 2014
Capítulo 10. Sabes bien.
Notaba como sus manos acariciaban mi pelo mientras sentía
como ella se estremecía bajo las yemas de mis dedos. Nos decíamos mil cosas sin
pronunciar ni una sola palabra. Solo nos comíamos una a la otra. Solo nos
pedíamos, sin pedirlo, que ese momento no cesara. Me moría de ganas de hacerla
mía, de que se deshicieran los últimos nudos que existían dentro de su alma,
pero no era todavía el momento. Nos faltaban horas en el reloj, el tiempo
parecía volar, pues dicen que cuando estás en buena compañía o estás pasando un
rato agradable el tiempo va deprisa. Pero en este caso, el tiempo voló.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Capítulo 9. Ven a pervertirme.
Me quedé mirándola, con los ojos lo más abierto que podía.
No me lo creía. Y así me quedé hasta que ella estalló en una risa y prosiguió
hablando.
- Me has ayudado mucho, y ya ves. Hace tres días que te
conozco, prácticamente. Nunca nadie me había dado tanta voluntad para seguir
adelante. Para darle puerta. Para dejarlo.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Capítulo 8. Voy a quemarlo todo.
Llegué a casa y recorrí el pequeño espacio que
separaba el recibidor de mi habitación. Cuando entré a la habitación me tumbé
encima del colchón sin deshacer siquiera las sábanas que lo cubrían. Y, antes
de darme cuenta, ya me había dormido.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Capítulo 7. Donde quiera que estés.
No contestó. Ni para decir que sí, ni para decir que no. Se limitó a mirarme y a suspirar. Me sonríe y esos dientes blancos me atraviesan el alma. Uno a uno, dibujándose en mi, un poquito.
Veo como poco a poco se le empiezan a humedecer los ojos, está buscando las palabras pero no las termina de encontrar. Y se nota.
Veo como poco a poco se le empiezan a humedecer los ojos, está buscando las palabras pero no las termina de encontrar. Y se nota.
martes, 9 de septiembre de 2014
Capítulo 6. A tu vera.
- Pero… - dije articulando como pude, mientras ponía la llave
del coche y arrancaba.
- No lo sé. Un ataque de valentía. Y la verdad que me da
igual. – dijo hablando muy deprisa. La adrenalina le salía por los poros.
- Estás muy mal. Pero mucho. Y… sí. Me alegro… me alegro que
hayas dado este paso hacia delante…
domingo, 7 de septiembre de 2014
Capítulo 5. A prueba de ti.
El día continuó de forma normal en la planta. Yo, más
cansada de lo normal debido a mis conversaciones nocturnas con Malú. Cuando
acabó mi turno fui a la habitación a ver como seguía ella. Pero cuando entré,
vi que tenía visita. Una chica. Una chica que a mí no me sobaba de haberla
visto por allí.
Para cuando iba a empezar a hablar, ya tenía la vista de
María Lucía sobre mí.
sábado, 6 de septiembre de 2014
Capítulo 4. Diles.
Me tumbé con ella en la cama. Nos quedamos una frente a la
otra. Mirándonos a los ojos. Le pasé el brazo por la cintura. Y ella pasó el
suyo sobre mí. Subí su camisa, y a la vez, la manta. Acaricié la piel de su
espalda, primero haciendo círculos con la yema de mis dedos, y más tarde
recorriéndola de arriba abajo con todos mis dedos, uno a uno. Notaba como se
estremecía bajo mis manos, y eso me gustaba. A mis caricias añadí besos; en su
cara, en su pelo, en su espalda y en sus brazos… Al cabo de un rato me miró muy
fijamente a los ojos, y vi como movía sus labios, en busca de unas palabras,
que no vieron la luz.
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Capítulo 3. Desafío.
- ¿Lula? – dijo con voz de recién despertado.
Al escucharlo me alejé de ella, y disimulé mirando el nivel
de los sueros.
- Todo bien señorita Sánchez, mañana a primera hora vendrá a
verla el doctor. – dije guiñándole un ojo. – Hasta mañana señor.
martes, 2 de septiembre de 2014
Capítulo 2. Las llamas de mi hoguera.
- Sí, soy yo – dijo con esa sonrisa tan suya.
- Tú… ¿Tú te llevaste mi equipaje? – dije aun incrédula.
- No fui yo, exactamente – dijo mordiéndose el labio inferior
y mirándome, con cierta cara de inocencia.
domingo, 31 de agosto de 2014
Capítulo 1. Ahora tú.
Daban ya las 20:15, y aun esperaba como una desesperada que
saliera mi maleta por la cinta del aeropuerto. Llevaba ya cosa de una hora
esperando, y la gente pasaba y pasaba, llegaban y se marchaban, venía gente de
todas partes; algunos a recoger a sus familiares, y otros, a despedirlos. Aún
recuerdo el bonito reencuentro entre un militar y su mujer e hijos, por lo que
se pudo observar, llevaba mucho tiempo lejos de ellos.
Presentación.
Obra totalmente ficticia realizada desde la más profunda admiración a una artistaza como es nuestra jefa, la más grande, la gran Malú. Espero que os guste. Espero vuestras críticas y opiniones en: @locaporMalú
¡Un besazo!
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